La I.G.P. "CALÇOT DE VALLS" aparece como respuesta a la demanda de los payeses del Camp de Tarragona, para conseguir un reconocimiento adecuado a la calidad de su producto. Su reglamento fue aprobado mediante una orden del D.A.R.P. el 31 de marzo de 1995.
Los Calçots amparados por la Denominación de Calidad se reconocen porqué están atados con un hilo azul del cual cuelga una etiqueta numerada con el nombre del productor.
El área de producción del CALÇOT DE VALLS está constituida por terrenos ubicados en los términos municipales de las comarcas del Alt Camp, Baix Camp, Tarragonès y Baix Penedès, que el Consejo Regulador considera aptas para la producción de Calçots.
Las prácticas de cultivo serán aquellas tradicionales que tiendan a conseguir la mejor calidad de los Calçots.
Sólo podrán acogerse a la IGP, los Calçots tiernos y frescos que cumplan los requisitos de la legislación vigente.
En el momento de su venta los Calçots habrán de cumplir las características mínimas siguientes: enteros, sanos, sin humedades exteriores anormales, sin olores y/o gustos extraños, limpios pero nunca lavados. El CALÇOT DE VALLS habrá de tener una longitud de parte blanca de 15 a 25 cm y un diámetro medido a 5 cm de la raíz entre 1,7 y 2,5 cm, además, habrán de presentar las cualidades organolépticas de consistencia y dulzura características de la IGP.
El acondicionamiento de los Calçots se realizará en manojos de 25 y 50 unidades, etiquetados y atados con la cinta característica del CALÇOT DE VALLS.
Con el fin de llevar el control de calidad del Calçot el Consejo Regulador delega las funciones de control a entidades de control y certificación independientes.
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